Hay postres tradicionales, de toda la vida, que podemos cambiar con sólo variar mínimamente sus ingredientes. También podríamos variar su textura... pero el recuerdo que permanecería en nuestra memoria es el de casa, el que hacían nuestra abuelas. mi abuela por ejemplo, hacía un arroz con leche delicioso. Se pasaba todo el tiempo removiendo con una cuchara el cazo para que la leche no se le agarrase. Una vez terminado, lo vertía en una única fuente y le espolvoreaba lo que a mi me parecía una cantidad enorme de canela. También le dejaba todos los palos de canela que le hubiese puesto.
El arroz lo hacía la noche anterior. Lo dejaba enfriar y lo metía en la nevera. Al día siguiente, a la hora del almuerzo era cuando lo podíamos comer. La canela había cambiado su color y ahora más parecia cacao que canela, pero lo que más me gustaba era que había dejado de ser un arroz caldosillo a convertirse en un auténtico bloque compacto.
Con el tiempo, me empezó a disgustar el bloque y prefería comerlo caldosillo. Es así como lo hago, con mis variaciones.
Aún así, me recuerda y me sabe a mi abuela.
Arroz con leche de coco y lima
Este arroz es una versión del publicado por Canelona en su blog.
Ingredientes:
1,5 litros de leche entera
200 gr de arroz de grano redondo
Piel de 2 limas
3 sobres de leche de coco en polvo (también se puede utilizar la leche de coco que viene en lata, en este caso ponemos los 400 ml de la lata y restamos esa cantidad a la leche entera).
160 gr de azúcar
Elaboración:
Poner la mariposa en las cuchillas.
Verter la leche (a ser posible a temperatura ambiente), el arroz, las pieles de lima y el contenido de los tres sobres de leche de coco en polvo, y programar 35 minutos, temperatura 90º, velocidad 1.
Cuando finalice el tiempo, añadir el azúcar y programar otros 5 minutos a la misma temperatura y velocidad.
Verter en un fuente para que se enfríe. Queda caldosito pero a medida que se va enfriando, el arroz absorve un poquito de leche.