Se trata de confeccionar un plato utilizando las fresas como ingrediente principal tanto en platos dulces como salados. Confieso que me atrajo la idea nada más verla porque las fresas es una fruta a la que adoro. Últimamente me ha sorprendido la versatilidad de su uso, sobretodo en platos salados. Recuerdo que ya hace algún tiempo, me sorprendía la idea de aderezar las fresas con unas gotitas de vinagre balsámico o darle un toque de pimienta recién molida. Ya no es una novedad encontrarse en la carta de algún restaurante un gazpacho de fresa.
Mi último hallazgo en cuanto a la utilización de las fresas en un plato salado me lo dio Maui, del blog CafetitoCocinero, aunque la receta la puedes encontrar aquí., unos espárragos trigueros salteados con fresas al vinagre balsámico y parmesano. Sin comentarios.
Para este evento, he preferido utilizar las fresas en su versión más dulce, una tarta. Fácil, rápida, untuosa y fresca. Perfecta para las tardes de primavera.
¿Quieren un trocito?
Tarta de Fresas y Queso Mascarpone
Receta extraida del libro Essentials of Baking, de Williams-Sonoma
Ingredientes:
Para la masa quebrada:
200 gr de harina todo uso
60 gr de azúcar glacé
Una pizca de sal
125 gr de mantequilla fría cortada en cubos
2 yemas de huevo
1 cucharada de nata 35% MG
Para la crema de queso mascarpone:
250 gr de queso Mascarpone frío
180 ml de nata 35% MG
30 gr de azúcar glacé
1 cucharada sopera de extracto de vainilla
Fresas
Mermelada de frambuesas o de fresas sin semillas para decorar
Elaboración:
Masa quebrada:
Tamizar en un bol la harina, el azúcar glacé y la sal. Reservar.
Añadir la mantequilla y con la yema de los dedos, incorporar poco a poco la harina hasta obtener una masa grumosa, arenosa.
En un bol pequeño, batir ligeramente las yemas de huevo junto con la cucharada de nata líquida. Verter esta preparación sobre la masa anterior y trabajarla lo justo para que se unan u formen una masa elástica y homogénea.
Formar un disco de unos 15 cm de diámetro, envolverlo en papel film y guardar en la nevera 1 hora como mínimo, mejor si es toda la noche.
Si queremos preparar esta masa en la Thermomix, ponemos en el vaso todos los ingredientes en el orden indicado en la lista de ingredientes y programamos 15", velocidad 6. Sacamos la masa del vaso y la extendemos en un disco de unos 15 cm de diámetro, la envolvemos en papel film y la guardamos en la nevera 1 hora como mínimo, mejor si es toda la noche.
Una vez que haya pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa de la nevera. Si la masa estuviera muy dura para trabajarla la dejaríamos que tomase temperatura ambiente durante unos 10 minutos. Enharinar ligeramente la superficie de trabajo y el rodillo. Extendemos la masa con la ayuda del rodillo desde el centro de la misma hasta los bordes en todas las direcciones hasta alcanzar un diámetro de unos 30 cm (para un molde de 22 cm de diámetro) y un espesor de 0,5 cm. Trabajar rápidamente para evitar que la masa se caliente.
Una vez que tengamos el disco preparado, envolverlo sobre el rodillo parea trasladarlo hasta el molde. Colocamos cuidadosamente la masa sobre el molde y le vamos dando forma, procurando que no se nos rompa.
Si nos ha sobrado mucha masa por los bordes, la recortamos con la ayuda de un cuchillo. El borde sobrante lo metemos hacia adentro, presionando sobre las paredes del molde, creando de esta manera un borde doble que nos reforzará las paredes de la base de la tarta.
Pasar el rodillo por la superficie del molde para eliminar todo exceso de masa.
Meter la base ya preparada en el congelador durante 30 minutos, hasta que esté firme.
Precalentar el horno a 200º y cubrir la superficie de la base con papel de aluminio o papel de horno. Colocar sobre éste judías secas, arroz no cocinado o pesos de cerámica o metal.
Hornear hasta que los bordes estén dorados y crujientes, aproximadamente 15 minutos. Lo comprobamos levantando una esquina de la hoja de papel aluminio. Si la hoja permanece pegada a la masa lo volveremos a introducir en el horno y comprobaremos cada 2 minutos.. Una vez que la masa esté, retiramos con cuidado los pesos, reducimos a 180º la temperatura del horno y horneamos durante 10 minutos más. Desmoldamos sobre un bol invertido y dejamos enfriar completamente antes de rellenarla.
Crema de Mascarpone:
Poner en un bol grande, el queso mascarpone, la nata, el azúcar glacé y la vainilla. Con la ayuda de una batidora de varillas, batir la mezcla a velocidad media durante unos 2-3 minutos, hasta que forme picos suaves.
Con la ayuda de una espátula de repostería, extender el relleno sobre la base ya horneada y fría.
Lavar las fresas y secarlas cuidadosamente. Cortarles el tallito, dejando una base lisa para poder colocarlas sobre el relleno.
En un cazo pequeño, calentar la mermelada, colarla para eliminar los grumos que pueda tener y con la ayuda de una brocha, pincelar las fresas para que cojan brillo.
Cubrir la tarta y meter en la nevera hasta que esté fría.