Parece mentira que ya hayan pasado tres meses desde mi primera colaboración con la revista del Colegio de Enfermería de Las Palmas. De nuevo presenté dos recetas, una tarta salada y una panna cotta. Me apetecía algo ligero, acorde con la nueva estación que está a punto de llegar, el verano.
Soy de sol. De mar y de arena. De pasarme horas enteras tumbada en la arena blanca de las playas de la isla tomando el sol. Acompañada de un buen libro, o simplemente de esa libreta que me acompaña a todas partes y donde voy recogiendo ideas, apuntes, sugerencias, posibles estilismos para las fotografías que acompañarán a las recetas. Cualquier cosa que me sirva de inspiración... Y en silencio.
Ahora mismo, estoy soñando. Sueño que el sol da en mi cara y la calienta. Que me pone las mejillas coloradas a pesar de la protección que tengo que usar. Oigo el mar cerca de mí. Su murmullo me adormece. Agarro la arena caliente con mi mano y la dejo escapar entre mis dedos, grano a grano...
Uno de los postres que más pueden agradar tras una copiosa comida, es la panna cotta. Postre de tradición italiana, procedente de la región de Piamonte, es parecido a un flan por su suave textura, pero mucho más compacta debido a que se cuaja con gelatina. Tradicionalmente se elabora sólo utilizando nata pero en la actualidad se suele realizar una mezcla de diferentes proporciones de nata y leche.
Soy de sol. De mar y de arena. De pasarme horas enteras tumbada en la arena blanca de las playas de la isla tomando el sol. Acompañada de un buen libro, o simplemente de esa libreta que me acompaña a todas partes y donde voy recogiendo ideas, apuntes, sugerencias, posibles estilismos para las fotografías que acompañarán a las recetas. Cualquier cosa que me sirva de inspiración... Y en silencio.
Ahora mismo, estoy soñando. Sueño que el sol da en mi cara y la calienta. Que me pone las mejillas coloradas a pesar de la protección que tengo que usar. Oigo el mar cerca de mí. Su murmullo me adormece. Agarro la arena caliente con mi mano y la dejo escapar entre mis dedos, grano a grano...
Uno de los postres que más pueden agradar tras una copiosa comida, es la panna cotta. Postre de tradición italiana, procedente de la región de Piamonte, es parecido a un flan por su suave textura, pero mucho más compacta debido a que se cuaja con gelatina. Tradicionalmente se elabora sólo utilizando nata pero en la actualidad se suele realizar una mezcla de diferentes proporciones de nata y leche.
Panna Cotta de Agua de Rosas con Frambuesas y Lychees
125 ml de nata para montar
125 ml de leche entera
80 gr de queso Mascarpone
2 hojas de gelatina
50 gr de azúcar
2 gotas de colorante rosa (opcional)
1 cucharada de agua de rosas
Frambuesas (frescas o congeladas)
1 lata de lychees en almíbar
Hidratar las hojas de gelatina en abundante agua fría. Reservar.
Mezclar la nata con el azúcar y llevar a ebullición, a fuego medio. Remover hasta que el azúcar se disuelva. Reservar.
Mezclar la leche con el queso Mascarpone y reservar.
Escurrir bien las hojas de gelatina y añadirlas a la mezcla de nata y azúcar. Mezclar hasta que la gelatina se disuelva por completo. Verter esta preparación sobre la leche entera y el queso Mascarpone. Añadir las gotas de colorante rosa y si va a utilizar y la cucharada de agua de rosas.
Pasar la mezcla por un colador para evitar los grumos y verter sobre los moldes o recipientes elegidos. Dejar a temperatura ambiente hasta que se enfríe y entonces meter en la nevera durante toda la noche para que cuaje.
Para desmoldar las panna cotttas, sumergir el fondo del molde durante unos segundos en agua caliente e invertir los moldes sobre los platos de presentación. Adornar cada panna cotta con las frambuesas y los lychees.