Otro reto más con Bea y otro reto salado. En esta ocasión un reto ideal para esas ocasiones en las que queremos quedar bien ante los amigos con una cena sencilla pero espectacular. Ideales en cualquier ocasión pero especialmente indicados en ocasiones especiales y festivas como pueden ser la cena de Navidad o de Año Nuevo.
Bea y yo no sólo tenemos en común nuestra pasión por la repostería sino que, creo que también por el salmón ahumado. En realidad no recuerdo cuando probé por primera vez el salmón pero creo que tuvo que ser en casa de Ana María. Ella, se podría decir que era la segunda esposa de mi abuelo materno, aunque, en realidad nunca llegaron a casarse. Era belga y muy chic y sofisticada.
Había recorrido mucho mundo antes de decidir pasar su vida en un pequeño pueblecito de la isla, Santa Brígida donde conoció a mi abuelo, que era guardia. Compró unos pequeños apartamentos y desde entonces en el pueblo se les conoce como los apartamentos Thompsom. Comer en su casa era darse un festín de autenticas delicias. En su mesa descubrí el salmón, el cous cous de cordero, las endivias con Roquefort, el vino de Oporto, una mantequilla aromatizada para la carne que era una verdadera maravilla y de la que mi madre nunca pudo sacarle la receta. Y además, un sinfín de delicatesen propias de otros países. Recuerdo en especial, el día de Navidad en su casa. Su árbol, siempre estaba maravillosamente decorado con adornos que en la gran mayoría de las ocasiones estaban realizados por ella. Mágicas bolas de Navidad hechas con cuentas de colores, velas sobre las ramas y en toda la casa. Una corona que anunciaba la Navidad en la puerta de la casa. Y suave música clásica sonando siempre.
Ese día, nos juntábamos un montón de niños y para todos tenía siempre un pequeño detalle, un beso y su cálida sonrisa. Su voz era ronca de tanto fumar y fue precisamente el haber fumado tanto lo que se la llevó. Tan lejos de aquí, en su Bélgica natal. Pero siempre quiso descansar en su otra tierra.
Hoy en día, mis padres viven en uno de esos apartamentos que ella compró y donde vivió con mi abuelo. Justo debajo de donde ella vivía y a pesar de que era muy niña cuando murió, todavía la recuerdo haciendo mahonesa casera en la cocina. Y creo que parte de mi afición a ella, se la debo a Ana María.
Sé que estaría orgullosa de mis rollitos de salmón.
Los rollitos de salmón de Bea, pincha aquí.
Smoked Salmon Pinwheels
Entertaining. Inspired menus for cooking with family and friend.
Entertaining. Inspired menus for cooking with family and friend.
Pág 286-287. Williams-Sonoma.
Ingredientes:
Masa de crepes:
1 huevo grande
125 ml de leche entera
75 gr de harina de trigo de todo uso
1 cucharada sopera de mantequilla sin sal, derretida
Sal
Cebolletas picadas finamente, incluido el tallo verde
Mantequilla derretida para cocinar
125 gr de queso crema
125 gr de salmón ahumado en lonchas finas
60 gr de huevas de salmón
Eneldo fresco
125 ml de leche entera
75 gr de harina de trigo de todo uso
1 cucharada sopera de mantequilla sin sal, derretida
Sal
Cebolletas picadas finamente, incluido el tallo verde
Mantequilla derretida para cocinar
125 gr de queso crema
125 gr de salmón ahumado en lonchas finas
60 gr de huevas de salmón
Eneldo fresco
Elaboración:
Elaborar con antelación la masa de las crepes. Para ello ponemos todos los ingredientes en la Thermomix menos las cebolletas cortadas y mezclamos a velocidad 6 durante 30 segundos.
Pasar el batido a un bol y añadir las cebolletas cortadas. Cubrir con film transparente y refrigerar al menos 4 horas.
Retirar la masa del frigorífico y dejar que se atempere antes de cocinar las crepes, alrededor de 30 minutos. Batir enérgicamente para redistribuir las cebolletas.
Precalentar un sartén antiadherente a fuego medio. Con la ayuda de una brochad e pastelería, pintar la superficie con mantequilla derretida. Añadir 60 ml de la masa en la sartén caliente y cocinar hasta que los bordes estén dorados. Con la ayuda de una espátula levantar un poco el borde y darle la vuelta con las manos. Cocinar por la otra cara durante unos 30 segundos más.
Dejar la crepe sobre una bandeja y cubrir con un paño limpio o con papel de horno. Repetir con el resto de la masa. Reservar a temperatura ambiente. Las crepes ya cocinadas, se mantienen en la nevera durante 2 días, envueltas en film de cocina y separadas unas de otras con papel de hornear.
Colocar las crepes en la superficie de trabajo. Extender ¼ del queso crema en cada una de ellas y poner encima las lonchas de salmón ahumado. Enrollar las crepes formando un cilindro y envolverlo en film de cocina. Refrigerarlo al menos 1 hora o hasta que vayamos a degustarlo.
Retirar el film de cocina y con un cuchillo de sierra, cortar los crepes en 4 trozos iguales. Repetir con todas las crepes. Decorar con las huevas de salmón y con las hojitas de eneldo.