Aunque parezca mentira o una locura, no hemos tenido verano. Ha estado lloviendo de manera intermitente durante los meses de julio y agosto. La "panza de burro" que se instala todos los veranos en la capital, se ha resistido a abandonarnos. Ni tan siquiera hemos tenido días bochornosos, esos días de calor húmedo y asfixiante que hacen que por un momento sintamos que estamos en verano, aunque no luzca el sol propiamente dicho.
Pero estos días, es otra cosa. Calor, aire caliente, más calor... El aire acondicionado de mi coche no da abasto mientras pasamos por el veranillo de San Miguel que amenaza con quedarse bastante tiempo. Pero lo que más me gusta de estos días, es que todo ya esta volviendo a la normalidad. Los niños al cole y a sus rutinas que incluyen piscina, parques, los deberes, fiestas de cumpleaños... Y yo me levanto cada mañana con ganas de cocinar y de compartir todo lo que hago.
Ciruelas, manzanas, granadas, higos, peras, calabaza... son los ingredientes de mis próximas recetas. Apetitosas y deliciosas como siempre. Tentadoras como nunca. Hay que aprovechar esta últimas frutas jugosas como las ciruelas. En mermelada, a mordiscos o en una deliciosa tarta como ésta, en l que la crema de almendras o frangipane, le dan un sabor y una textura increíble.
Buscando buenas ciruelas para esta tarta, me di cuenta de que me encantan las ciruelas rojas. Las amarillas no son tanto de mi agrado. Y eso que me encanta que la fruta tenga un toque ácido pero al menos las ciruelas que he encontrado estos días han sido excesivamente ácidas.
El final del verano, (vaya!! suena a canción conocida) marca el inicio de la temporada de ciruelas. Ahora están en su mejor momento y hay que aprovecharlo. Morder una y dejar que su zumo resbale por vuestros labios.
{Tarta de ciruelas y frangipane de almendras}
Ciruelas
Almendras laminadas
Azúcar glacé
Para la masa sablé...
115 gr de mantequilla, sin sal, cortada en dados, a temperatura ambiente
95 gr de azúcar glacé
1 huevo
190 gr de harina de trigo
20 gr de Maizena
Pizca de sal
Para la frangipane de almendras...
115 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente100 gr de azúcar
100 gr de almendras molidas
2 huevos
Unas gotas de extracto de almendra
60 ml de nata líquida
Lavar y cortar por la mitad la ciruelas y retirarles el hueso. Cortarlas de manera longitudinal y reservar.
Precalentar en horno a 175º C.
Para elaborar la masa sablé, batir la mantequilla junto con el azúcar hasta que esté cremosa y ligera, durante unos 2-3 minutos. Añadir el huevo y mezclar hasta que esté bien incorporado. Añadir la harina de trigo y la Maizna junto con la sal y mezclar hasta que se unan bien todos los ingredientes. Volcar la mezcla en una superficie ligeramente enharinada y amasar durante unos minutos. Formar una bola, colocarla sobre film de cocina y aplastarla formando un círculo. Cubrir con el film y refrigerar durante 1 hora o más.
Sacar la masa del refrigerador y dejarla atemperar durante unos 10 minutos. espolvorear levemente la superficie de trabajo y estirarla con un rodillo hasta obtener un grosor de medio centímetro. Cortar la masa de acuerdo al diámetro del molde que vayamos a utilizar. cubrir una bandeja de horno con papel de hornear y colocar el disco de masa sobre él. Meter al refrigerador hasta que el horno alcance la temperatura adecuada. Hornea durante 15 minutos o hasta que la superficie se vea ligeramente dorada. Sacar del horno y dejar enfriar.
Mientras tanto preparar la frangipane...
Mezclar en un bol, la mantequilla, el azúcar, la almendra molida, el extracto de almendra y los huevos hasta que esté todo bien incorporado y tenga un aspecto cremoso. Añadir la nata líquida y mezclar suavemente , teniendo cuidado en no incorporar demasiado aire para evitar que la masa suba en el momento del horneado. Meter al frío durante unos 30 minutos.
Cubrir el disco de masa ya horneado con la frangipane. Disponer sobre la masa las láminas de ciruelas cortadas y cubrir con algunas almendras laminadas. Hornear unos 20 minutos a la misma temperatura. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. Espolvorear con azúcar glacé.