DOUBLE-CREAM CHEESECAKE WITH SOUR CHERRY GLAZE

septiembre 22, 2008

20 TENTACIONES
Me apetecía desde hace tiempo proponerle a Bea una tarta de queso al estilo New York para uno de nuestros retos semanales. El mundo de las tartas de queso es impresionante. Hay tartas que no necesitan cocción, tartas que se cuecen al baño maría o simplemente al horno. La gran mayoría de ellas llevan una base de galletas trituradas con mantequilla, una base de bizcocho (mi preferida), masa quebrada dulce o simplemente sin ningún tipo de base. Hay tartas que utilizan el queso crema, el queso ricotta, el queso mascarpone, el requesón o el quark. Una masa batida de queso y un glaseado final. Mayoritariamente se hornean en un molde desmontable (springform pan en inglés) y al baño maría. Para ello, el fondo del molde se cubre con papel de aluminio, se coloca sobre una bandeja y se le vierte agua hirviendo. Entonces se hornea.

Pero, qué es en realidad un cheesecake? Aunque pueden ser salados (y servidos con unos crackers como aperitivo) , la gran mayoría de ellos, hacen referencia a un postre rico, cremoso y untuoso. Una vez horneado, se le añade una cobertura que puede ser nata agria, nata montada fruta o cualquier otro elemento con el que queramos embellecer nuestra tarta de queso.

Como hornear una deliciosa tarta de queso tiene mucho de ciencia, les dejo una serie de consejos y trucos para obtener siempre unos perfectos resultados.

  • Sacar con antelación el queso crema para tenerlo a temperatura ambiente. Si no es el caso, meterlo unos 30 segundos en el microondas a media potencia hasta que lo encontremos fácil de untar.


  • Un molde desmontable es el más utilizado en la elaboración de los cheesecake.


  • Evitar sobrebatir la masa una vez que le estamos añadiendo los huevos. Con esto evitamos que la tarta suba mucho en el horno y que al enfriar baje y se rompa su superficie.


  • La mejor manera de hornear un cheesecake y evitar que la superficie se rompa. es hacerlo al baño maría. Cubrir el fondo del molde con papel de aluminio. Colocarlo sobre una bandeja y verter en ella agua hirviendo.


  • Hornearlos a temperatura suave, entre 150º-160ºC y durante aproximadamente 45-60 minutos, dependiendo del tamaño del molde.


  • Respetar los tiempos de cociión ya que es muy fácil que nos pasemos debido a las variaciones de los hornos. Los cheesecake se continúan cociendo una vez fuera del horno.


  • Dejar en friar el horno con el cheesecake dentro y la puerta entreabierta. con esto conseguimos que la tarta no baje demasiado. Mejor toda la noche.Después, meterla en el frif¡gorífico.


  • Uns vez que le cheesecake se haya enfriado, pasar un cuchillo por los bordes, antes de desmoldarlo y retirar los laterales del molde cuidadosamente.


  • Los cheesecake congelan perfectamente. Eso sí, no lo congeles con coberturas y decoraciones, tan solo la tarta bien envuelta en papel film o en una bolsa de congelación.


Al igual que Bea, hice la mitad de la receta en un molde desmontable de 18 cm. Quedó alto, muy alto, aproximadamente unos 5-6 cm de altura. Y la textura, era increíblemente untuosa y sedosa, como una mousse. Contrastaban muy bien las cuatro capas de la tarta, galletas, queso, nata agria y glaseado de cerezas. Una mezcla perfecta de sabores en la boca...
La mejor tarta de queso que habré comido nunca.
Y si quieres un trozo del cheesecake de Bea, pincha aquí.

Double-Cream Cheesecake with Sour Cherry Glaze
A Passion of Baking, pág 260. Marcy Goldman.

Ingredientes:

1 ½ de galletas tipo Digestive troceadas
5 cucharadas de mantequilla derretida
1/3 de taza de azúcar moreno
Una pizca de canela molida

1 kg de crema de queso, a temperatura ambiente
1 1/3 taza de azúcar
5 huevos grandes
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1 cucharada de zumo de limón
¼ cucharadita de extracto puro de almendra
250 ml de nata para montar
¼ de taza de harina de trigo de todo uso

1 ½ tazas de nata agria
2 cucharadas de azúcar glacé

1 taza de zumo de cerezas (utilicé zumo de piña, grosellas negras y ciruelas de Minute Maid)
¼ taza de azúcar (no le puse)
2 cucharadas de harina fina de maíz

Elaboración:

Precalentar el horno a 160ºC. Cubrir una bandeja con papel de horno.

Para la base de galletas, mezclar todos los ingredientes en un bol y ponerlos sobre la base de un molde desmontable y presionar firmemente. Colocarlo sobre la bandeja de horno preparada.

En un bol, mezclar la crema de queso con el azúcar. Añadir los huevos y los siguientes 5 ingredientes y mezclar a baja velocidad, unos 5 minutos hasta que esté cremoso y liso. Colocar en el molde desmontable ya preparado y colocarlo en el horno. Hornear unos 60-75 minutos.

Aumentar la temperatura del horno a 180ºC. Batir juntos la nata agria y el azúcar glacé y colocarla cuidadosamente en la superficie de la tarta. Hornear durante 8 minutos. Apagar el horno y abrir la puerta, dejar enfriar la tarta en el horno durante 1 hora antes de refrigerarlo durante 8 horas o preferiblemente toda la noche.

Hacer el glaseado de zumo de cerezas 1 hora antes de servir la tarta. En un cazo pequeño, calentar el zumo, menos dos cucharadas de zumo que pondremos en una pequeña taza y añadiremos las dos cucharadas de harina de maíz, mientras el resto del zumo rompe a hervir. Añadir la mezcla de zumo con harina de maíz al zumo caliente y calentar suavemente hasta que espese. Enfriar y verter sobre la capa de nata agria. Dejar reposar. Desmoldar la tarta de queso en un plato de servir.

Si quieres ver otro cheesecake, pincha aquí.

CHOCOLATE BANANA DREAM MUFFINS

septiembre 12, 2008

18 TENTACIONES

Parece mentira, pero es increíble. Tras estar durante tres meses con nuestros retos, Bea y yo todavía no habíamos realizado ninguna receta con plátanos. Y eso que me encantan. Y eso que vivimos en Canarias.

Mientras hacía estos muffins, recordé la primera receta que hice siendo todavía una niña... batido de plátano con chocolate. Receta sencilla donde las haya. Simplemente cojer uno o dos plátanos, un vaso de leche bien fría y triturarlo todo junto en la batidora hasta que esté bien emulsionado. Una vez servido en el vaso, rallar chocolate negro por encima. Todavía me los hago de vez en cuando y a Carlos le encanta. Me aseguro de que toma fruta y leche.

Pero nada me gusta más que comerme un plátano a deshora, en cualquier momento. Con pan, con queso, en papilla con un poco de zumo de naranja, con gofio,... Me encanta el dulzor y la suavidad que quedan en la boca. Me gustan en su punto de madurez, no demasiado maduros, estarían pasado y su pulpa de color crema se volvería negra.

El libro de esta semana es un libro en inglés de repostería con aceite de oliva. España es uno de los mayores productores del mundo de aceite de oliva y realmente, cuesta encontrar en las librerias libros como éste, que traten de repostería y que ofrezcan una buena cantidad de recetas. Al verlo en Amazon, no dudé en pedir uno, perdón dos, uno para mí y otro para Bea.

Los muffins de plátano y chocolate soñados de Bea, aquí como siempre.


Chocolate Banana Dream Muffins
Receta adaptada de Olive Oil Baking, Lisa A. Sheldon

Ingredientes:

3-4 plátanos maduros y triturados
115 ml de leche semidesnatada o desnatada
75 ml de aceite de oliva de sabor suave
100 gr de azúcar moreno
1 huevo
1 cucharadita de extracto de vainilla
60 gr de harina de trigo integral
85 gr de harina de trigo todo uso
85 grde copos de avena
30 gr de cacao en polvo
1 cucharadita de polvos de hornear
1/4 de cucharadita de bicarbonato de soda
1/4 de cucharadita de sal
1/4 de cucharadita de allspice
100 gr de chips de chocolate

Elaboración:

Precalentar el horno a 180ºC. Forrar dos bandejas de muffins con papeles de magdalenas o bien, engrasarlos con harina y espolvorearlos con cacao en polvo. Retirar el sobrante.

Triturar los plátanos hasta hacerlos puré. En un bol, mezclar el azúcar, la leche, el aceie de oliva, el huevo y el extracto de vainilla. Añadir el puré de plátano y mezclar todo muy bien.

En otro bol, mezclar la harina, los copos de avena, el cacao en polvo, la sal, el bicarbonato, los polvos de hornear y el allspice.

Añadir la mezcla de aceute de oliva a los ingredientes secos, mezclando hasta que no se vean éstos, pero si quedasen grumos no sería importante. Añadir los chips de chocolate y mezclar.

Llenar los moldes de papel hasta las 3/4 partes y hornear durante 14-16 minutos. Sacarlos del horno y ponerlos a enfriar sobre una rejilla. Servir tibios o a temperatura ambiente. Se conservan durante 5 días en un recipiente hermético o hasta un mes en el congelador.

BISCOTTIS DE VINO TINTO Y QUESO PARMESANO

septiembre 05, 2008

14 TENTACIONES

Una semana más y un nuevo reto entre Bea y yo. Una nueva receta sorprendente y de nuevo el mismo libro, A Passion of Baking de Marcy Goldman. Queso, aceite de oliva y vino tinto. Combinación mediterránea y saludable. Adoro el queso, me encanta mojar pan en el aceite y realmente, no le hago ningún asco al vino.

Comencé a cocer la receta mentalmente y pensé que sería una buena opción utilizar productos de las islas. Recordé que el fin de semana pasado, en casa de mis padres se habían tomado unas bottellas de las Bodegas Tajinaste, Denominación de Origen del Valle de La Orotava, en la isla de Tenerife y rápidamente los llamé para ver si habíá sobrado algo. Tuve suerte. Mi madre me comentó que quedaría algo así como una copa. Voy a buscarlo!!

El aceite de las islas también, aunque pueda parecer extraño, de Temisas, del municipio Agüimes. Único municipio canario de la Asociación Española de Municipios del Olivo. Una botellita que me regalaron unas navidades y que estaba sin usar.

El queso lo tenía claro desde el principio. Curado de Valsequillo.

Con todos los ingredientes en mi poder, nos pusimos manos a la obra. Los biscottis de Bea, aquí.


Biscottis de Vino Tinto y Queso Parmesano
A Passion for Baking, Marcy Goldman



Ingredientes:

125 ml de aceite de oliva de sabor suave
3 huevos
1 cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar
4 cucharaditas de pimienta negra recién molida
2 cucharadas de perejil fresco picado
1 cucharadita de ajo en polvo
125 ml de vino tinto
2 cucharaditas de polvos de hornear
1/4 cucharadita de bicarbonato de soda
200 gr de queso parmesano rallado
250 gr de harina de todo uso

Elaboración:
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos bandejas, forrándolas con papel de hornear.

En el bol de la amasadora y con el batido plano, mezclar el aceite de oliva, el vino, los huevos, la sal, el azúcar, la pimienta, el ajo y el perejil. En otro bol, mezclar el queso, la harina, el bicarbonato y los polvos de hornear. Añadir la mezcla de queso, poco a poco a la preparación anterior, mezclando a velocidad baja.

Con las manos mojadas en agua fría, sacaremos la masa del bol de la amasadora y la dividiremos en dos porciones, colocando cada porción en una de las bandejas. si es necesario, nos volveremos a mojar las manos para darle forma de hogaza alargada a la masa.

Pulverizar con un poco de aceite y espolvorear queso rallado.

Hornear de 35-45 minutos. Enfriar ligeramente sobre la bandeja. Envolverla en papel film y refrigerarla durante 1 hora. Pasado este tiempo y con la ayuda de un cuchillo de sierra, cortar en porciones de unos 0.5 centímetros.

Precalentar el horno a 150ºC y colocar los biscottis de nuevo en la bandeja. Volver a hornearlos durante 10 minutos por cada cara.

Dejar enfriar. Los biscottis se pueden conservar en un recipiente hermético hasta 10 días.