SORBETE DE MANGO

septiembre 01, 2007

7 TENTACIONES
Ya se que es un tópico, pero tomarse un helado en esta época del añoes refrescante. Aunque a mí, la verdad, es que me gustan los helados todo el año. tenemos la suerte de tener un buen clima que acompaña al consumo de este delicioso postre y temtempié.

Personalmente, me gustan más los helados cremosos que los sorbetes; el cucurucho de galleta a comérmelo en copa. Me gusta no añadirle nada más, Sin siropes, natas o toppings que puedan enmascarar el sabor. Tan sólo mi bola de helado y yo.

Sin embargo, este año he descubierto los sorbetes caseros que son infinitamente superiores a los elaborados comercialmente. Me han sorprendido. Y dada la cantidad de fruta refrescante que tenemos durante el verano, mi producción sorbetera ha sido grande.

Pongamos como ejemplo este sorbete de mango. Lo primero que me sorprendió fue el color amarillo-anaranjado que persistía a pesar de la congelación. Y su aroma. Y su sabor...




La receta está sacada del libro de Susanna Tee, HELADOS, un placer para el paladar; aunque yo he hecho una variación. En este libro, se dan recetas muy sencillas, sin ingredientes misteriosos ni complicados de encontrar. Helados clásicos como creaciones más actuales; de carácter internacional como de frutas y refrescantes sorbetes, asi como una selección de postres helados del mundo. Una compra recomendada dado su precio: 4.95€.



Ingredientes:

2 mangos grandes maduros
El zumo de 1 limón
Una pizca de sal
115 gr de azúcar (yo utilicé 70 gr de dextrosa y 45 gr de azúcar común9
3 cucharadas de agua

Elaboración:

Pelar los mangos sin quitarle demasiada pulpa. Hacerlo sobre un cuenco para recoger el jugo que suelten al pelarlos. Triturar la pulpa junto con el jugo, el zumo de limón y la sal en una batidora eléctrica. Yo lo tuve durante 1 minuto, velocidad 10 en la Thermomix.

Mientras, poner a calentar el agua junto con el azúcar y la dextrosa en un cazo a fuego lento hasta que se disuelvan. Llevar a ebullición, sin dejar de remover, y retirar del fuego. Dejar enfriar ligeramente.

Verter el almíbar sobre el puré de mango y mezclar todo muy bien. Refrigerar durante dos horas. Yo lo metí toda la noche en la nevera.

Verter en un molde plano y meter al congelador durante 2 horas. Pasado el tiempo, triturarlo en la batidora eléctrica para romper los cristales que hayan podido forrmarse y volver a congelar hasta que se solidifique.

Para conservarlo, guardarlo tapado en el congelador.